Pequeños pistones a gas para estructuras grandes: museo Ars Electronica Center, Linz/Austria

Las instituciones innovadoras suelen predicar con el ejemplo. Por ello, cuando una organización de este tipo decide construir un edificio para desempeñar sus actividades, apuesta por soluciones pioneras. Un ejemplo de este compromiso es el museo Ars Electronica Center, en Austria.

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Pistones a gas

Se trata de un museo tecnológico que nació para mostrar las creaciones más radicales en el sector del arte visual, vinculado a la tecnología. En este sentido, querían que la estructura de su sede fuera igual de radical, lo cual se hace especialmente visible por la noche, cuando todas las fachadas iluminan la histórica ciudad con bellísimos colores que se intercambian, cobrando un gran protagonismo en el paisaje de la ciudad. Gracias a ello, se consigue aunar la espectacular tradición artística de la misma con la producción más actual.

Además de por la iluminación, destaca por su forma, porque ninguna de sus artistas exteriores está colocada en paralelo, lo que da un aspecto deformado al edificio, aunque todas ellas terminan juntándose. Por tanto, unir el sistema de iluminación exterior con estos cantos es una tarea compleja que implica incorporar soluciones distintas de las habituales, soluciones creativas, como nuestros pequeños pistones a gas para estructuras grandes.

Teniendo en cuenta que las lámparas no son accesibles desde el interior, el museo se puso en contacto con Dictator para buscar una alternativa específica que permitiera abrir los ventanales pero con un montaje lo menos visible posible, para permitir que las luces tuvieran el efecto deseado.

Se trataba, pues, de asegurar la facilidad de uso de las mismas, al tiempo que se respetara la estética del edificio.

Una vez que estudiamos los planos y escuchamos los planes del museo Ars Electronica Center, nos dimos cuenta de que la mejor solución eran nuestros pequeños pistones a gas para estructuras grandes. Estos pequeños dispositivos permiten abrir y cerrar cómodamente los ventanales, del mismo modo que garantiza la posibilidad de mantenerlos abiertos de forma segura. Se trataba, pues, de asegurar la facilidad de uso de las mismas, al tiempo que se respetara la estética del edificio, así como el papel destacado en la ciudad que se quería para éste.

Sin embargo, la cuestión del tamaño no era la única dificultad que tenían que atajar los pequeños pistones a gas para estructuras grandes, sino que la morfología del centro nos obligaba a diseñar dispositivos para cada una de las ventanas, ya que tanto las dimensiones de las mismas, como su peso era diferentes entre sí. Así, el reto que planteamos a los pequeños pistones para estructuras grandes era bastante elevado, tan elevado como el peso que debían soportar y manejar.

Sin embargo, Dictator encuentra en este tipo de situaciones un estímulo para crecer y mejorar nuestros productos. Partiendo de esta base, nuestros ingenieros se dispusieron a estudiar la personalización de los dispositivos para que pudieran cumplir con las necesidades del cliente, hasta que completaron los cálculos que permitieron al museo ser ese símbolo de progreso e innovación que pretendía, de hecho, se dio el caso de que había una ventana que necesitaba dos pequeños pistones a gas para estructuras grandes.

El equipo técnico de Dictator siempre se mantuvo a disposición de los responsables del edificio, con el objetivo de ofrecer el asesoramiento que estos precisaran.

Tras encontrar el proceso técnico, quedaba una última dificultad: la entrega. Debíamos entregarlos, de manera que los operarios supieran qué pistones correspondían qué a qué ventamas. Para ello, ideamos un meticuloso sistema de señalización e identificación que impidió que se produjeran complicaciones en este sentido. No obstante, el equipo técnico de Dictator siempre se mantuvo a disposición de los responsables del edificio, con el objetivo de ofrecer el asesoramiento que estos precisaran.

Por tanto, el museo Ars Electronica Center de Linz supuso una gran oportunidad para trabajar y mejorar nuestros pequeños pistones para estructuras grandes, gracias a la necesidad de adaptarlos a un lugar tan singular y tan especial.